Greg Rucka de nuevo solo ante el peligro, sin Ed Brubaker como compañero, y en esta ocasión para darle punto y final a esta sublime serie de genero negro, siguiendo los pasos de cualquier buena serie de policías, donde se nos narra el día a día de diversos policías, tanto sus vidas personales como profesionales, sumándole el aliciente de tocar de transfundo el tema superheroico.
En este numero se narra diversos acontecimientos que se han podido ver en las crisis de identidad, y que veremos en 52.
Centrándose esta vez en Allen y en Montoya, sus vidas van a cambiar radicalmente, y es lo que le faltaba a una Renee tocada desde hace tiempo que pudimos ver en el arco centrado en ella y Dos Caras.
Kano sigue pareciéndome el autor que mejor a trabajado en la serie después de la marcha de Michael Lark, encajando a la perfección con lo que se nos narra, aun así el trabajo que realiza en este numero es inferior al anterior, por alguna extraña razón.
Sin ser la mejor saga de esta serie, si es una de las mas significativas, y por desgracia la que finiquita estos años de absoluta magia; series de este tipo entristece mucho que finalicen.
Puntuación 9/10 (la serie en conjunto es de un 9/10)
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