THE BOYS

"Hay muchos superhéroes y están desmadrados.Y no hay nadie mejor para controlarlos que los chavalotes de The Boys (Carnicero, El Francés, La Hembra y Leche Materna) y su nueva incorporación: Wee Hughie."

Esta es otra de esas obras provocativas creadas por Garth Ennis, en compañía con Darick Robertson, hasta tal punto que fue cancelada en la filial de DC, Wildstorm, mas que por su ventas, por su contenido; y una vez lo lees comprendes la razón, aunque no porque desde un principio se le dio la posibilidad de hacer esta serie, sabiendo hasta donde puede llegar este escritor. Menos mal que la editorial Diamond, y augurando un mayor éxito tras la polémica, será la editorial que se encargara de publicar mas números de esta serie.

Es mas sabido que Ennis no es un fan acérrimo de los superhéroes, y esta serie le da la oportunidad de mostrar su “odio” hacia ellos, dar su particular visión de un mundo con superhéroes, y de que manera. Aquí los héroes violan y matan a inocentes, y son consideradas “bajas colaterales”; se corren juergas que incluso el Marques de Sade se sonrojaría; solo aceptan a nuevos miembros si antes les hacen favores sexuales; ........ , vamos que nada que ver con los héroes mas clásicos y mundialmente conocidos de Marvel o DC, y esto va a doler, y mucho, a los seguidores mas puritanos del medio, el “pervertir” de esta manera, la visión y el mundo de los superhéroes (aunque ya se ha hecho; y cada vez el concepto y definición de superhéroes y héroe, esta cambiando; creo que puedo afirmar, que no hasta estos limites).

Si conoces el trabajo de Ennis, cuando hablas de su obra, no se puede faltar palabras como "originalidad", "ofensivo", violencia, perversiones sexuales, humor negro, diálogos irreverentes, una estructura narrativa impecable, ironía, "mala leche", ritmo ágil, vuelcos de guión, homenajes varios (mas que homenajes parodia) ....... Y a esa coctelera malsana, o a estos "tics" de este autor presente en toda su obra, se le une otros tan característicos como unos personajes carismáticos, perfectamente desarrollados, ambiguos, socarrones y sobretodo malhablados e incluso retorcidos y psicópatas .
En cuanto al visceral trabajo de Darick Robertson, en el apartado gráfico, aunque ya pudimos verlo junto al guionista irlandés en algún numero de Punisher, es en esta obra, como también en Transmetropolitan, donde se puede ver su verdadero talento, y es que es un autor que engrandece si se le ofrece la oportunidad de contribuir en una gran historia.

Ahora vendría cuando doy mi puntuación, mi valoración final de la obra, pero aun estoy desconcertada con la lectura, aunque había oído hablar de esta obra, no sabia exactamente de que iba, y nunca imagine hasta que punto podría llegar; por lo que tengo sentimientos enfrentados entre la admiración y la repugnancia, que me ha hecho leer pagina tras pagina sin parar, pero con tal aturdimiento que no sabría decir exactamente si lo que he leído me ha gustado o no.