Sigo con este especial a las “chicas malas” en las que me especializare en las películas llamadas pinku eiga o pinky violence, denominación japonesa para la exploitation de los años 70.
Maki acaba en la cárcel al intentar vengar la muerte de su padre a manos de la yakuza, allí hará nuevas amistades, y tendrá tiempo para preparar un plan no tan impulsivo, más estudiado, para acabar vengándose. Cuando sale de la cárcel, con ayuda de sus nuevas amigas, pondrá en marcha dicho plan, para derribar a los yakuza responsables de la muerte de su padre.
Una película con sus tópicos pero adaptándolos a protagonistas femeninas, así pues vemos una clásica película de venganza, violencia e incluso camaradería, protagonizada por atractivas mujeres de armas tomar, siendo ellas los antihéroes de la película.
La película está interpretada por entre otro/as la siempre fantástica Reiko Ike, de nuevo como vengadora, y Miki Sugimoto, que interpreta un personaje, igual de “potente” e interesante que el de Ike, y que por desgracia no está del todo desarrollado, al igual que el de Takeo Chii que interpreta a Tetsu, un personaje muy carismático y que podría haber dado mucho de sí. Estas dos actrices, están más que acostumbradas a este tipo de películas, y las nombrare en más de una que otra futura reseña.
Una película que quizá no sea tan imaginativa, peculiar y estéticamente vistosa que las anteriormente reseñadas o Lady Snowblood, pero tiene una historia y unos personales muy logrados, una historia de mujeres yakuza, venganzas, y algo de sexo (si no fuera por la escena de la tortura, más que innecesaria en esta película, la valoración final sería mejor).
Puntuación 7/10
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