Rika es la jefa de una banda de chicas pandilleras que sale del reformatorio. Una vez en la calle, busca a sus antiguas compañeras, y entre todas se ayudan a seguir por el buen camino. Pero no siempre es posible, sobre todo cuando la yakuza esta por medio.
Un tanto decepcionante (e incluso un poco pesada se me hizo, a pesar de solo durar hora y veinte) esta película dirigida por Kazuhiko Yamaguchi que más que de peleas yakuzas y demás, es un drama que retrata el submundo de unos delincuentes que se quieren reformar. Salvo una impactante parte final, la película carece de acción típica de esta clase de películas, es decir, peleas a cuchillazos.
Aunque esta película se engloba dentro del genero pinky violence o pinku eiga, hay apenas un par de desnudos, y poca violencia, supongo que al tratarse de “chicas malas”, pandilleras, le han querido englobarla dentro del género (o a fin de cuentas como cualquier género, es difícil de catalogar y definir a ciencia cierta).
La interpretación de Reiko Oshida como la líder del grupo de jóvenes delincuentes, es sin duda lo más fresco de la película, por lo demás no destaca en demasiado (salvo quizá en la pelea final y sus encuadre), sobre todo cuando ya has visto unas cuantas película de este género, y la novedad de ver a mujeres protagonizas películas más bien de “hombres” (pandilleros, yakuzas, y demás).
Puntuación 5/10
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