Aunque ya reseñe la séptima temporada, ahora que AXN está haciendo los episodios en donde aparece el actor y director Liev Schreiber interpretando a un tal Michael Keppler, aprovecho para revisionar estos episodios, y más en concreto este el 15, que puede ser que sea el mejor episodio desde la existencia de la serie.
Pongámonos “al día” Schireiber e es el encargado de durante cuatro episodios de suplir la ausencia de William L. Petersen (en concreto los episodios del 12 al 15), ya que el actor necesitaba unos días de permiso para dedicarse al teatro, por lo que su personaje Grissom también se va de vacaciones (y aprovecha para dar un cursillo de insectos en alguna parte perdida del país), por lo que el nuevo del turno de día, Michael Keppler, acaba en el turno de noche, con el grupillo de CSI protagonistas que se lo ponen difícil para encajar entre ellos, excepto Catherine (Marg Helgenberger), la mas diplomatica del grupo. Aunque Keppler tampoco se lo pone fácil, no solo su misteriosa personalidad, sino que en un caso pone a prueba un método poco ortodoxo que acabara dividiendo al personal de noche.
Los primeros episodios en donde aparece Keppler, nos sirven no solo a rellenar el hueco hasta la vuelta inevitable de Grissom , sino a dar a conocer este oscuro y fascinante personaje lleno de secretos, que finalizara en los trágicos sucesos de este episodio.
Al igual que paso con Expediente X, cuando Duchovny dejo la serie, no buscaron un sustituto sino alguien totalmente diferente, tanto en presencia y físico, como en personalidad, con métodos diferentes, y este es el papel de Michael Keppler en la serie. Un personaje que a diferencia de los CSI se pone desde el punto de vista de los asesinos; que utilizara métodos poco ortodoxos, no del todo muy morales, que no hará que se gane la simpatía de los demás personajes; y que oculta un oscuro pasado.
Un misteriosos pasado, quien es y lo que fue, y por tanto lo que es ahora, se desvela de una manera impactante, y sobrecogedora, formando una de las mejores historias “típicas” de policías, metidos entre la espada y la pared, que he visto en mi vida.
Me encanta el género policiaco, y creo que siempre ha sido mejor representado en series de televisión que en cine (además cada vez mas hay menos película de policías, occidentales me refiero que made in Hong Kong hay la tira), lo han sabido explotar mejor y de mil maneras diferentes (mezclándolo con drama, comedia, ciencia ficción, fantasía, …..), y este episodio podría haber sido de los mejores que haya visto dentro de la televisión de hacer sido doble.
Hubiera dado más de sí, formando una perfecta historia policiaca que nada envidiaría a grandes películas de policías corruptos de Sidney Lumet o episodios clave de series como Canción triste de Hill Street. Soberbios ejemplos del genero, que cuentan grandes historias como la de este episodio, sobre policías que han cometido algún error en el pasado y que siempre les persigue vayan donde vayan, y que al final acaban alcanzándoles, con sus terribles consecuencias. Sobre hombres desesperados que utiliza métodos y soluciones desesperadas.
Si, casi podría haber dado de sí una serie propia de televisión, o película, y quizá se piense que no estamos ante CSI, pero eso es lo que lo hace tan especial, ver a los personajes ya conocidos enfrentarse a una nueva experiencia, es como verlos “jugar” su rol dentro de tu serie o película favorita, no es que les saques de su “ambiente” es que llevas ese “ambiente” hacia ellos. Este episodio ha sido como un crossover de esos que siempre he soñado (Buffy con 24, CSI con Policías de NY, ……)
Es una lástima que no se haya aprovechado este magnifico personaje para un nuevo CSI (o para futuras apariciones), un personaje que le daría vida y frescura (como ya paso con Expediente X) a estas “sagas”, que a pesar de mantener su calidad, ya llegan a saturar, salvo en determinados y sobresalientes episodios.
Y en cuanto al título de esta “reseña” , tampoco veo mal e incluso es necesaria la vuelta del personaje de Grissom, pero como persona que le odia profundamente (aunque hay que admitir que cuando le coges el gustillo al personaje no es tan y tan exasperante e intragable), y que adora el personaje (y sobretodo del actor, un atractivo y infravalorado, Schreiber) de Keppler, odio lo que representa su vuelta, sobretodo de la manera que acaba, en mi opinión innecesaria (aunque con ello también crean un personaje más trágico y emblemático).
Puntuación 8.5/10
0 comentarios:
Publicar un comentario