Life, es un drama policial protagonizado por Damien Lewis como el detective Charlie Crews, un policía que fue enviado a prisión por un crimen que no cometió, tras doce años en la cárcel, es exculpado. Una vez en la calle quiere recuperar su vida, por lo que vuelve a su antiguo trabajo de policía, no solo debe enfrentándose a un nuevo mundo que ha seguido moviéndose sin esperarle, sino a sus antiguos compañeros que no le recibirán con los brazos abiertos, ni siquiera su nueva compañera lo hará, Dani Reese (Sarah Shahi), a pesar de estar igualmente “marcada” como él.
Esta serie de la NBC a pesar de no haber funcionado al 100 % en critica y publico, sí que lo ha hecho lo suficientemente bien para que a pesar de la huelga se le haya dado una temporada completa, de 22 episodios (por el momento solo se verán estos once que se han emitido), sobretodo en su recta final, en estos últimos episodios en donde se ha dado y se ha resuelto diversos temas importante en la relación en el caso de la inculpación de nuestro protagonista en el asesinato. Delito que no cometió y por el que estuvo preso.
El esquema de la serie y de los episodios es bastante común en este tipo de series, se desarrolla una investigación criminal autoconclusiva, y se da pequeños detalles y pistas, sobre el tema más interesante e importante de la serie, el rompecabezas que es el propio caso del protagonista, un caso que ira investigado poco a poco uniendo las piezas, de quien y porque le inculpo, una conspiración que puede llegar a lo más alto.
Pero también hay que destacar (aparte del desarrollo de los personajes y sus relaciones), que durante el transcurso de la serie, se va poniendo pequeños fragmento de una serie de entrevistas, realizadas como su fuera a un programa televisivo o un documental sobre la vida del protagonista una vez salido de la cárcel, tanto a personas cercanas al personaje central tanto antes como después del su estancia en la cárcel, como a los implicados en la investigación que le llevaron a la cárcel. Estos fragmentos suelen estar relacionados, con algún nuevo descubrimiento por parte del protagonista de su caso, o con algo referente a los sucesos en la serie, o el mismo estado de ánimo del personaje.
A pesar que desde el principio la serie no llego a convencerme, tenía algo que no sabía exactamente que era (creo que era el personaje principal), pero que no me acababa de cuajar, poco a poco me ido acostumbrado a las excentricidades del personaje interpretado por Lewis, aunque sigue sin convencerme, la trama, y los personajes han llegado a atraparme.
La frialdad y excentricidad del personaje central, es el punto más desesperante de la serie, pero al mismo tiempo tan comprensivo y “necesario” para reflejar la complejidad del personaje, un personaje inestable, atormentado de haber perdido su vida (su mujer le dejo y está casada, sus amigos no le hablan, sus compañeros le miran mal, ..... y es que nadie creyó en su inocencia, nadie), que ha sufrido un infierno en la cárcel (un policía rodeado de criminales, está claro que mal parado habrá acabado), …….. Quizá este papel en las manos de otro actor me hubiera convencido mas, pero quien sabe …….
Sarah Shahi (The L Word), en cambio desde el principio me encandilo con su personaje, la nueva compañera del protagonista, una mujer policía dura, que ha quedado marcada tras un error que cometió en el pasado. Este personaje, quizá sea tópico, pero la fuerza de la actriz lo hace que destaque y lo haga parecer “nuevo” y fresco.
El reparto se completa, entre otros, con Adam Arkin (Friends) y Robin Weigert (Deadwood), el primero como el único amigo del protagonista que compartió prisión con el por desfalco, y la segunda como la jefa de policía que oculta algo.
Una serie de policías (porque es lo que es) que cada vez más se hace más interesante en el desarrollo de la trama y los personajes, a ver que hacen a la vuelta de la huelga de guionistas que parece que vaya para largo.
Puntuación 7.5/10
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