1939. El Rey de Navarra ha invitado a sus tres mejores amigos para unirse a él en un solemne y público juramento: durante los tres años siguientes se dedicarán exclusivamente a estudiar. El juramento incluye otras condiciones igual de estrictas: no verse con mujer alguna, correr un día a la semana y dormir tan sólo tres horas al día.
Después del fiasco en taquilla de Hamlet (y aun con al resaca de Frankenstein de Mary Shelley) , Branagh, se dedico a la actuación (y teatro), sin mucha suerte (quizá lo más conseguido fue la de Paul Greengrass), y no fue hasta esta película, cuatro años después, que no volvía a la dirección y a Shakespeare (por medio también estuvo el ”sonoro” (vamos que se despecharon el uno contra otro de mala manera) divorcio con Emma Thompson).
“Trabajos de amor perdidos” es considerada como una de las primeras obras escritas por Shakespeare, una comedia ligera, con la que Branagh, supongo que pretendía emular el éxito de “Mucho ruido y pocas nueces”, conseguir una trasladación a una época más actual que de la obra original como ya hizo espléndidamente con “Hamlet”, y jugar con un genero nuevo para él como en el caso de “Morir Todavía”, pero sin éxito, ni en taquilla, ni en cuanto a resultado artístico.
A pesar de seguir con su característica grandilocuente dirección, con esta película de tan solo hora y media, lo que no había hecho ninguna de su carrera, desear que acabara, hacérseme más larga que las cuatro horas de “Hamlet”.
Aunque tengo que admitir que no soy muy subjetiva, y si bien es una película de Branagh, al que idolatro, no soy muy aficionada a los musicales, suelo odiarlos, y me suelen cansar, sobretodo, los clásicos o aire a clásico, creo que los pocos musicales que he soportado son de aire más moderno, estilo Moulin Rouge, Perhaps Love, The Rocky Horror Picture Show, Cabaret, West Side Story,….. ni siquiera puedo con Chicago. La Flauta Mágica, no creo que entre dentro de musical, es una ópera, que totalmente diferente, además que en cuanto a calidad visual, interpretativa, y en historia, le pega mil patadas a esta.
Tampoco el reparto ayuda mucho, aparte de Branagh que se reserva de nuevo el papel más significativo, es el más soso, y mal escogido que he podido ver en su filmografía, por lo que, sin querer librarle de la culpa, creo que esta película es una de encargo, y sin mucha libertad creativa.
Aun así tengo que reconocer que es todo un homenaje y bastante acertado, a esos clásicos de los que tan poco soy aficionada, y no solo al incorporar canciones de estas en esta trama shakesperiana, sino en cuanto a coreografías, decorados, ambientación, imaginación, contagiosa alegría y magia, ……., sin intencion de esconder para nada sus referencias y aun menos "las absurdeces" de algunas situaciones y artificiosidad de todo (iluminacion, decorados, .....); y si estubiera mas dispuesta a agrado, sin duda, no dudaria de su valor.
Puntuación 4/10 (para que luego digan que le perdono todo a este director ;), aunque hay que reconocer que he sido menos dura de lo que podria haber sido, con la nota)
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