1794. Polo Norte. Tras encallar en los hielos, la expedición del capitán Waton tiene un encuentro tan inesperado como sobrecogedor: perseguido por unos alaridos inhumanos, Victor Frankenstein, tiene una larga historia que contar. Victor tuvo en su natal Ginebra, una feliz juventud que se vio truncada con la súbita muerte de su madre. Este hecho marca profundamente al joven.
Tras el éxito de Dracula de Francis Ford Coppola (que curiosamente produce esta película) se quiso hacer lo propio con otra obra gótica de terror, Frankenstein, y para ello se escogió a Kenneth Branagh, que con su particular estilo y visión de la obra original, aunque manteniendo el espíritu de la obra más de lo que se puede ver a simple vista (si a pesar de su inexplicable inclinación por desmelenarse y enseñar abdominales en lo transcurso de la película), cercana al melodrama excesivo, y romántico con connotaciones filosóficas. Además conservar la ambientarla en el contexto histórico original.
Kenneth Branagh vuelve abusar de su grandilocuencia, y teatralidad en la puesta de escena, para alcanzar la majestuosidad de la película, tanto en el apartado técnico (decorados, paisajes, fotografía, banda sonora de Doyle,…….) y la dirección (sucesivos travellings, vertiginosos movimientos de cámara, ……),como en su interpretación y dirección de actores (sorprendentemente es De Niro quien menos tiende al histrionismo, aunque con Branagh, al lado normal XD).
No creo que Branagh se el indicado para llevar a cabo una superproducción de estas intenciones, su estilo no encaja con ello, es mas minoritario, ya que el director es un narcisista, te tiene que gustar, y no pretende hacer, sino, una obra más pretenciosa sobre la alma humana dejando de lado el “terror” (cosa que nunca hizo Shelley); y a fin de cuentas que acabara siendo un cierto fracaso comercial, es más que lógico, e incluso el crítico, ya que esta venía precedida por el Dracula de Coppola, anteriores y magistrales adaptaciones del clásico de Shelley, y de Boris Karloff
Y con ello, no pretendo ni justificarla ni alabarla, no es ni por asomo una gran película, ya que tiene paisajes muy absurdos y aburridos, pero no es tan nefasta, y aun menos está mal realizada, y aunque se podría haber dado con este material y recursos (tanto actorales, técnicos y en dirección) esa obra maestra que pretendía (y siempre suele pretender) Branagh que perdurara lo suficiente en la historia cinematográfica, esto satisfecha con el resultado de parte de la película.
Puntuación 6/10
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