Tras leerme el primer número de este comic, supe en un instante que iba a ser una serie que me iba a gustar, a no ser que fuera desarrollándose insatisfactoriamente. Tras leerme dos tomos más, casi puedo confirmar, que lo que me dio el primer número, me va a dar la serie completa, diversión de calidad.
Este manga de Eiji Ôtsuka (MPD Psycho) y Hôsui Yamazaki publicado en nuestro pais por Glenat, cuenta una inusual e interesante historia sobre un excéntrico grupo de estudiantes universitarios, con poderes paranormales, o habilidades un tanto peculiares, que los utiliza para ponerse en contacto con los muertos y concederles un último deseo, para que su alma quede libre y tranquila, y pueda ir al más allá.
El grupo está integrado por cinco estudiantes de una universidad budista, sin mucho futuro por delante, pero si grandes habilidades, y que deciden abrir juntos “este peculiar negocio”.
Kuro Karatsu puede hablar con los muertos y es la parte fundamental del negocio; Makoto Numata es el encargado de encontrar los cadáveres; Yuji Yata se comunica con su títere que esta poseído por un alienígena; Keiko Makino es una embalsamadora; y Ao Sasaki, la líder del equipo, que es la encargada de recopilar información.
Mientras que el tercer tomo sigue la estructura del primer tono, es decir, diversos casos autoconclusivos en un mismo tomo, el segundo, se centra en diversos casos también pero que se entrelazan, dando quizá una historia mejor desarrollada y profundizada.
En estos tomos se sigue con el tono desenfadado, no creo que vaya a cambiar, quizá en algún caso a ser un poco más serio, pero no es esa la intención. La intención de esta macabra serie es hacernos pasar un buen rato, por medio de una narración muy ágil, repleta de humor negro. Pero eso no quita que algún caso sea un poco más conmovedor o concienciado que otro (el de la guerra de Irak en el tercer tomo, por ejemplo), ni que se prescinda de un buen desarrollo y profundidad de la historia y de los personajes.
La aparente sencillez en el apartado grafico ayuda a esta obra se lea con mayor rapidez, y digo aparente porque pueda parecer así, pero en las escenas de mayor énfasis y relevancia, es donde se puede ver su mayor virtud, logrando una ambientación, detalles, personajes de gran expresibilidad.
Gracias a este manga diferente, Eiji Ôtsuka, se ha convertido en un autor a seguir, por lo que pronto (después del salón del comic) reseñare su nueva obra que publicara también Glenat (y supongo que de nuevo con una impecable edición), Detective Ritual.
Puntuación 8/10
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