Nueva York, 1988. Un nuevo tipo de droga ha invadido la enorme ciudad, seguida por la más feroz y aterradora oleada criminal que se recuerda. Superada en número de efectivos y en armas por los nuevos gánsteres, la policía pierde de promedio a dos de los suyos cada mes. Es una guerra declarada que amenaza con llevarse por delante a culpables e inocentes. Bobby Green se ve atrapado en el fuego cruzado. Es el encargado de una discoteca situada en Brighton Beach frecuentada por gánsteres como Vadim Nezhinski. Bobby intenta mantenerse apartado y no involucrarse. A pesar de un estilo de vida amoral y hedonista, quiere a su novia Amanda y sueña con abrir una discoteca en Brooklyn. Pero Bobby tiene un secreto muy bien guardado. Su hermano es el teniente de policía Joseph Grusinsky, que ha seguido los pasos de su padre, el legendario jefe de policía Burt Grusinsky. Bobby no se lleva bien con ellos y la relación empeora cuando su padre le advierte que es la guerra y que deberá decidir de qué lado está.
Estamos ante un drama, un conflicto familiar más que un thriller (aunque todo nos haga parecer lo contrario), y aquí viene el problema de la película, y ya no solo que te la presentan como un thriller, sino que los personajes, no son lo suficientemente atractivos, para que me interesen, salvo claro, el verdadero y el que debería ser único protagonista de la película, Joaquin Phoenix.
Si no fuera por este actor que sabe darle el mayor provecho a todos sus personajes con su carisma y talento, por muy tópicos que sean, la película se hubiera ido al traste total.
Menos mal que hay alguien por esta película que hace bien su trabajo, porque si esperamos a que Mark Wahlberg haga algo más que poner su cara de mala leche, y maldecir, lo tenemos claro, y es que no entiendo, la repentina fama que tuvo este actor tras el remake de Infernal Affairs, tanto por su horrendo y sin sentido papel en dicha película, como su falta total de talento en todos sus demás trabajos.
Robert Duvall, mantiene el tipo, como puede, y es que este actor, tiene el suficiente talento y experiencia para dar algo de si, a un personaje tan estereotipado. Y la mujer de la película, es simplemente el florero para hacer bonito.
James Gray (Cuestión de sangre), es el director de esta cinta, y viendo sus trabajos anteriores, no extraña, se haya centrado más en crear una historia intimista que de acción, por lo que debí haber ido preparada para ello, aunque no lo estuve, pero sí que lo estuve para lo que me encontré, una correcta película (con algún momento muy logrado, y otro muy fallido) de policías y ya está, con muy correcta factura, previsible, algo pretenciosa, ….. pero entretiene, como ya pasaba con los anteriores trabajos de este director, y que comparten un esquema similar.
Quizá, quiere abarcar demasiado, y eso hace mella en el resultado, porque en menos de dos horas, es imposible contar todo lo que quiere, y repercute en el desarrollo de los personajes y la película.
Una lástima, porque aunque típica, y algo moralista, eso si, hubiera podido ser una buena película de policías.
Puntuación 5/10
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martes, 11 de marzo de 2008
We Own the Night (La noche es nuestra)
Publicado por La Ahjumma en 12:19
Etiquetas: Cine, Cine Occidental, Reseñas Cine Occidental
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