Dormidos por nuestra noche en el karaoke, lo primero que hicimos este día, fue ir a correos de Asakusa, de cerca del hotel y al girar la esquina de la parada de metro, (si antes y todo de ir a desayunar en el Mister Donuts, lugar a donde acudíamos todas las mañanas), a enviar un paquete (el primero, por nuestra parte) ya que nos veíamos negro, para que todas las compras cupieran en la maleta. De paso, por fin, encontramos un cajero, en el propio correos, que aceptara la mastercard.
Esas tiendas mandarakes son la ruina.
Después partimos hacia, para mí, el barrio más decepcionante, Shibuya. Barrio, de compras por excelencia, en el cayo muchos CDs en el HMV, y unos cuantas cosas mas, en otras partes, como, unos yaoi y doujinshi, en el mandarake de la zona.
Pero que no me gusta el ambiente “Juani”, que existe en este barrio.
!Yo soy la Juani!.
Nos hicimos la característica foto con Hachiko, pasamos por los Love Hotels (puede que la zona más chunga, de ambiente y demás, que he visitado de Tokyo, y eso que pasamos de día (o por pasar de día)).
!Chucho, Chucho!.
Unas horas, en estos Love Hotels, costaba mas que una noche en nuestro hotel.
Por la tarde nos llovió, así que pronto para el Hotel, aprovechamos para adelantar un poco las maletas, que ya faltaba un par de días para volver.
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