“El Panadero” es una de esas comedias inglesas “pequeñas” que sin ser revolucionaria, sin mostrar una calidad excelente, destaca por su simpleza y buen hacer general.
Una de esas películas simpáticas que rondan por ahí, y que descubres por curiosidad.
La película nos cuenta como un asesino profesional, cansado de su vida y trabajo, decide dejar la profesión, con los consiguientes problemas de que si organización quiere matarle. Para ello, con la ayuda de un viejo amigo, un asesino retirado, huye a un pueblecito Gales, donde intentara rehacer su vida como panadero. Pero los excéntricos habitantes no se lo permitirán.
Lo que sin duda me llamo la atención de la película, aparte del tono de comedia en que está tratada, es su protagonista Damian Lewis (Life, Hermanos de Sangre), que esta excepcional en el papel, mostrando una mezcla equilibrada entre acción, comedia, y romance.
Su antagonista también se ha hecho un nombre en la televisión norteamericana como Lewis, con New Amsterdam, si me refiero a Nikolaj Coster-Waldau, que aquí interpreta al obsesivo asesino que persigue a Lewis, con secretas razones para seguirle.
Los demás personajes secundarios que a aparecen en la película son de lo más pintorescos, entre los que tenemos a un chico obsesionado con explotar ovejas. Todos ellos están excelentes, y es que como en cualquier comedia inglesas, siempre se ha tenido con mucho cuidado los secundarios, y esta película no podría ser para menos.
En la dirección y en los guiones no es extraño ver un Lewis, y es que el hermano de Damien, Gareth, el encargado de ello; que debuta de una manera excelente en esta divertida película llena de equívocos e ironía, proporcionándonos unos 80 minutos muy agradables y de lo más hilarantes.
Puntuación: 6/10
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