Kidnap

Una joven directora de ballet ve como única posibilidad para conseguir el dinero para la operación de su marido el secuestro del hijo de un gran magnate.
Ella hace unos años sufrió en sus carnes la pesadilla de que un ser querido fuera secuestrado, por lo que entiende tanto el dolor por el que pasa un familiar, como el funcionamiento de la policía en esos casos.
El plan parece perfecto, rápido y sin problemas, salvo que a la hora de llevarlo a cabo, se equivocan de niño, y secuestran el hijo de una de las policías que llevo su caso. Aquí, todo se complica, tanto para ella, como para la madre del niño secuestrado que hará lo que sea para encontrar su hijo.


Kidnap es una película que a pesar de presentar muy buenas maneras, va perdiendo en un pobre y arrítmico desarrollo, llegando a un climax ridículo.
A pesar que no parte de una idea original, si que en un principio parecía que apuntaría hacia buenas maneras, haciéndola destacar en un principio, sobre las demás películas (y muchas) de policías y secuestros.
Y es que se presenta muy buenas y curiosas situaciones, que se resuelven satisfactoriamente, pero en un momento pierde en norte, queriendo hacerlo todo extremo, oscuro y dramático, queriendo girar las tornas, y siendo con ello originales, sin mucho éxito, para luego, encima, acabar de una manera tan complaciente.

Dos actrices son las que llevan el peso de la película Karena Lam y Rene Liu, sin su carisma y talento, la película haría aguas, gracias a ellas, aguanta hacia el final, a pesar de los continuos e innecesarios trucos, abundantes agujeros del guion, y del no del todo conseguido desarrollo de sus persones, y sobretodo algunas de sus decisiones, un tanto incomprensibles.
Estas dos actrices mantienen un pulso interpretativo, en el particular juego del gato y el ratón que juegan, que se desarrolla de manera muy emocional y emocionante.


Una lástima que solo se haya conseguido una película entretenida, cuando se entreveía, y se podía dar mayor profundidad a la historia, quedándose en un producto superficial (aunque eso sí, técnicamente muy buena), y que encima a copia descaradamente (homenajea para algunos), la banda sonora de Ennio Morricone de “Los intocables de Eliot Ness”.


Puntuación 4/10