DMC, es un manga, un anime y una película en imagen real, que en tan solo un poco más de año de existencia ha causado furor por su humor irreverente, e hilarante, su continuos elementos de parodia y homenaje a la musical metal y todo lo que les rodea, y lo bizarro que es en su conjunto, esta historia.
A pesar que el manga será publicado en nuestro país en el próximo salón del manga por Planeta, es la adaptación al anime por parte del Studio 4 C, que consta de un total de 24 episodios, de tan solo 13 minutos de duración, y que al igual que el manga y la película de imagen real, ha sido todo un éxito; de lo que voy hablar hoy.
Souichi Negishi es un joven músico que viene a estudiar a la ciudad con el sueño de poder componer y tocar canciones pop. Pero el mundo de la música profesional no es fácil, y de momento Souichi solo ha conseguido poder tocar como guitarrista del grupo Detroit Metal City, una banda de Death Metal. Este estilo de música se aleja radicalmente de los gustos del muchacho, que es extremadamente amable y detesta el mundo del Metal. En cambio, todo parece apuntar a que el grupo Detroit Metal City, y especialmente Souichi, al que conocen como "El rey demonio Krauser II", están destinados a triunfar con su música.
Esta es una historia de humor sobre las desventuras del joven músico al tener que convivir con su diabólica fachada de Krauser, al tiempo que intenta llevar una vida normal y ser el chico perfecto de cara a sus padres y amigos.
Detroit Metal City de Wakasugi Kiminori para la revista Young Animal, coge el nombre por una canción de Kiss, Detroit Rock City, y aquí no acaba sus referencias, ya que el grupo de Krauser II, también está inspirado en el de la banda estadounidense, y su peculiar imagen, de tal manera de que en la película de imagen real protagonizada por Matsuyama Kenichi (L en el Live Action de Death Note), que se estreno este verano en Japón, Gene Simmons de KISS, tiene un pequeño papel como de Jack Ill DarK. Pero los homenajes no acaban con los de KISS, ya que los aficionados a la música en general no solo metal, podrán percibir más de uno.
A lo largo de la historia, se nos muestran el ascenso a la fama (bueno, incorporación al mercado musical, por el momento) del grupo: sus primeros singles, y videos, sus fans, sus peleas y decisiones tanto internas como externas, sus conciertos, ……
Pero, también la evolución y relación de los personajes alrededor de Negishi, que tendrá que lidiar con sus dos personalidades, la del líder violento, y obsceno, de un grupo metal, y la de un joven inocente y tontaina, que sueña en convertirse en una estrella de música pop.
Estas dos personalidades muy diferentes entre sí, a las que intenta mantener separadas, se entrecruzan casi siempre, presentando los gags más divertidos de la serie.
La animación, no pasa de ser correcta, pero, es en las expresiones y los movimientos, donde sobresale, aportando más fuerza y énfasis, en las alocadas situaciones que llegan a presentarse en la historia, repletas de gags muy expresivos y físicos (elemento del anime, que temo que pierda, y mucho, en su versión de papel).
DMC, es una manga/anime muy extraño y diferente, tanto en la historia, como en, cómo se nos narra esta, muy divertido, bizarro y surrealista, que no será del agrado de muchos, pero al que por lo menos, merece que le demos una oportunidad, porque, quizá nos sorprenda gratamente (como lo consiguió conmigo).
Puntuación 7.5/10
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