Una pequeña y grata sorpresa me he llevado con esta película, protagonizada por Kevin Costner, Demi Moore, y William Hart y dirigida por Bruce A. Evans, de la que esperaba lo peor, y por ello, a pesar de proyectarla en Sitges a un horario en el que podíamos verla, y habérnosla recomendado, no la he visto hasta ahora, y por medio, de otros medios.
Como si de la serie de televisión Dexter estuviéramos hablando, Mr Brooks-Mr Costner, es el hombre del año, un empresario con éxito, y un esposo y padre perfecto, pero también tiene una conciencia que le incita a matar encarnada por Marshall-Hart, a pesar de que se ha recuperado de su adicción, y desde hace dos años que ya no mata. Si porque Mr Brooks-Mr Costner era un conocido asesino en serie, que disfrutaba matando parejas en sus casas y en pleno acto sexual.
Dos años aguantando el mono es mucho, y cualquier ser caída puede ser fatal, así que no tardara en caer de nuevo en la adicción, con a mala fortuna de ser fotografiado por un individuo que le chantajea, con que en su próximo crimen quiere estar presente y participar, ya que quiere experimentar sensaciones fuertes.
A esta historia paralelamente se desarrolla la de la detective Tracy Atwood-Demi Moore, que esta pasando por un mal momento profesional y personal, y será la encargada de llevar la investigación del regreso de este cuidadoso asesino en serie.
La historia podría decirse que es la de la siempre, un asesino en serie y una policía que le persigue, pero no es así, el papel de Demi Moore es más bien anecdótico, aquí se trata de profundizar y reflejar la psique de un asesino en serie, diría desde un punto de vista “nuevo”, sino fuera porque ya lo hemos visto en otras película (aunque no muy a menudo), o en la reciente serie de televisión Dexter, pero claro está, no por ello deja de ser igualmente de interesante verla desde ese punto.
El reparto muy correcto, sobretodo Hart, aunque tengo que admitir que me ha sorprendido mucho Costner, en un registro que nunca hubiera imaginado, y haciendo una más que correcta interpretación. El dúo Costner-Gart, tiene que estar muy bien compenetrados, y esas imágenes de complicidad, son estupendas, desde la primera imagen presentan una química alucinante (esas carcajadas que sueltan los dos de vez en cuando, son autenticas).
Una agradable película, muy bien llevada, con sus oportunos (pero no engañosos) giros de argumento, que engancha en todo momento (quizá decae en la parte la subtrama de Moore, que se la podrían haber ahorrado) y que a pesar de durar casi dos horas, se pasa en un plis. Lástima que ciertos asuntos muy interesante de ver desarrollarse se han quedado a camino, eso sí, dando pie a unas inquietantes perspectivas finales.
Puntuación 6.5/10
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