Basada en una leyenda coreana nos cuenta una enrevesada y delirante historia que comienza hace 500 años en una remota aldea de Corea: una pareja son asediados por un malvado Imogi (en el folklore coreano una criatura gigante que se encarga de salvaguardar la tierra) dispuesto a no dejarles vivir en paz. A lo largo de los años y de varias reencarnaciones el malvado ser y su ejercito de criaturas perseguirán incansablemente a la pareja. Tras dar un salto de varios siglos la trama continua en la actualidad, en Los Ángeles.
The Host fue un éxito tanto en taquilla en Corea, como en critica nacional e internacional (incluso funciono decentemente en taquilla internacional, sobretodo los países asiáticos). Así que no se tardo en intentar un nuevo producto de supuestas características similares, pero The Host no era solo una película de monstruos, era un drama familiar, un crítica social y política, y tenía como responsable a Bong Joon-ho y como interpretes a Song Kang-ho,entre otros grandes. Era una película redonda difícil de superar o igualar.
Así que ya no esperaba una gran película ni mucho menos, pero nunca el bodriazo con el que me encontrado. No sé hasta qué punto los americanos habrán metido mano en esta producción pero si no lo han hecho hasta el fondo, desde hoy hay que huir del guionista y director Hyung-rae Shim (aunque viendo la filmografía de este director, llena de películas de este tipo, no sorprende la patata que ha hecho), porque puede que esta película sea de las peores que he visto en mi vida, y lo peor, ha sido un malgasto de efectos especiales (con el dinero que se han gastado seguro que alimenta alguna pueblo del tercer mundo durante años y años, y eso si que hubiera sido aprovechas el dinero).
Puede que la película hubiera sido un blockbuster malo y ya está, pero es que incluso esta clase de películas suelen tener algo que las hace llevaderas y no solo es el ritmo (D-War en su solo hora y media, no hace más que mirar el reloj a ver cuando se acabara) y la desfachatez del guion, es el casting; ni un telefilm de mala calidad tiene peor elección, y habría que pegar un tiro, no solo a los actores protagonistas (espero que no logren conseguir en su vida un papel más, es que nadie se dio cuenta lo mal actor que era Jason Behr en Roswell), sino a el/la directora/a de casting, que tiene el “ojo” en el culo. Estos actores no solo no tiene talento, tampoco tiene carisma, fuerza o presencia, y en esta clase de películas, un actor puede hacer menos sufrible toda esta absurdez y memez (como paso con Godzilla y Jean Reno, por poner un ejemplo).
Recuerdo que hace un año o dos, vi una película que se llamaba Boa versus Pitón, una de esas película que llegan directamente para videoclub, que por cierto tenia poster similar, que a pesar de no ser que digamos una buena pelicula, con un presupuesto ínfimamente inferior, conseguía lo que esta no, entretener, contar con personajes carismáticos, ser más creíble en todos los sentidos (si incluso en efectos, no es necesario tanto dinero, solo imaginación), tener ese toque friki necesario, e incluso hasta satisfacer (si no se esperaba gran cosa de ella) a aquellos que como yo, son fans de las películas de monstruos gigantes.
Una lástima ya no que se haya creado este mierda, sino que con las maravillas que hay dentro del cine asiático, sean estas las que consigan mayor recaudación internacional, y seas más fácil de distribuir en occidente (véase cuando llegue aquí a España, que llegara, tendrá una distribución masiva, en cambio este verano, se estreno a “escondidas” Lady Vengance y Election 2, en fin, VERGONZOSO).
Puntuación 1/10
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