Chak De! India

Chak De! India se presenta como una película que deja de lado aquello por lo que el cine bollywood es famoso, las escenas espectaculares y llamativas de canciones y bailes. Pero no por ello es algo diferente, innovador, o mejor, sino todo lo contrario, ya que a falta de esta creatividad que hace a este cine diferente y fascinante (y cargante también, todo hay que decirlo), se convierte en una película más, de deportes de superación. “Genero” (tan norteamericano) del que, con cierta vergüenza, tengo que admitir que me suele gustar (por lo menos divierte).

Kabir Khan es un exjugador de jockey que tras fallar en el último minuto un penalti que le daría la victoria a su país en los campeonatos mundiales, es acusado de traidor por todo su país, de haber fallado expresamente, por lo que decide abandonar el juego y su hogar.
7 años después aparece para ser el entrenador de un equipo femenino de jockey por el que nadie da un duro, pero él querrá convertir en ganadoras del próximo campeonato mundial, a pesar de lo difícil que lo tiene, tanto por el poco tiempo que tiene, como por las disputas que hay interiormente, a causa de ser un equipo nuevo formado por chicas muy diferentes entre sí.

Esta película de lo mas tópica, fue todo un éxito en su país (algo tuvo que ver la superestrella Shah Rukh Khan,) y no es de extrañar, este tipo de pelis funcionan, sobre todo con esos valores típicos que suelen mostrar, el valor del deporte, la superación, patriotismo puro y duro, diversidad social, nacional y cultural, camaradería, ... A lo que añadimos, en este caso (como podría ser cualquier película de integración racial típica norteamericana) igualdad entre hombres y mujeres.

Sin duda el mayor atractivo de la película es su protagonista Shah Rukh Khan, que interpreta con gran acierto y su particular carisma, al típico exjugador acabado que entrenando a estas chicas ve su posibilidad de redimirse.
Pero no nos olvidemos del grupo de jóvenes jugadoras que forman el equipo, un talentoso grupo de desconocidas actrices hacen un gran trabajo en sus roles, por lo que empatizamos rápidamente con ellas.

Una película bastante fácil de digerir, que a pesar de lo predecible que es, y de su duración (2 horas y 20), el ritmo no decae en ningún momento, por lo que entretiene, al mismo tiempo que emociona (sin dramatismo innecesarios, los justos para este tipo de películas).


Puntuación 5/10