Serie de la ABC de Greg Berlanti (Everwood, Cinco Hermanos) y Marc Guggenheim (Cinco Hermanos) y protagonizada por (Jonny Lee Miller (Trainspotting), Victor Garber (Alias), y Natasha Henstride (Species),entre otros, que ha funcionado bastante bien en USA, y que ya veremos cómo funciona en nuestro país cuando la FOX y Antena 3, decida emitirla.
Eli Stone, es un “tiburón”, algo falto de mala leche, pero un buen abogado de éxito, sin aparentemente sin escrúpulos, que se dedica a defender a empresas no siempre “muy limpias”. En su vida personal no le va nada mal, es feliz, serio, vive en el lujo, y esta prometido con una guapísima y rica chica, que precisamente es la hija de su jefe (futuro asegurado).
Pero todo cambia cuando, al mismo tiempo que se le presenta un caso que le hará replantearse su trabajo, y su integridad, empieza a tener visiones, sobre todo con George Michael, y su discografía.
A partir de aquí, emprenderá el camino correcto, hacia la rectitud, y “la fe”, para convertirse en el hombre que debería ser: ¿un abogado de causas perdidas?, ¿una persona altruista?, ¿un profeta?, …….. ¿todo esto?.
La serie se veía capitulo tras capitulo, hacia donde se encaminaba, hacia lo moralista, lo religiosos, y lo políticamente correcto, y para mi, esto es el gran fallo de la serie, todo es tan optimista, tan correcto, tan “bondadoso”, que hay veces que es más increíble esto, que las visiones que tiene Stone; aunque supongo que el único camino que podría tomar esta serie, que mezcla, misticismo, espiritualidad, critica social, drama, excentricismo, y humor. Y es que por desgracia, tras ver Boston Legal, ya ninguna serie de abogados la veo bien (excepto el Abogado, por supuesto).
Los puntos a favor que veo en esta serie, y por los que acabe de ver la temporada (aunque no creo que vea una segunda), no solo es al pobre programación en la parrilla televisiva en USA, a causa de la huelga, ni por la presencia de John Lee Miller, sino por las excentricidades y referencias frikis que hay constantemente, desde George Michael, pasando por Veronica Mars, y acabando con Michael Bay; que aunque me agrade, es un elemento que veo un poco fuera de lugar dentro de un ambiente como un este, una gran firma de abogados, y con un tono tan “maduro” y “concienciado” como el que se pretende conseguir en la serie.
En fin no me parece una mala serie, sino que no me gusta el tono ni las intenciones que con el que se representa una historia que tiene mucha “chicha”, aun así, ha cubierto de manera placentera, el hueco dejado por la huelga, en cuanto a series televisivas.
Puntuación 6/10
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