Soi Cheang se dio a conocer por la dura y alabada película Dog Bite Dog, por lo que cuando se anuncio que este director sería el encargado de dirigir la adaptación del manga de Izo Hashimoto, Shamo (publicado en nuestro país, por Mangaline), me pareció una elección perfecta, pero una vez vista ya no se que opinar.
Ryo, es un adolescente que es enviado a al a cárcel, por el asesinato de sus padres. Allí, tras ser violado y apalizado cada día, conoce a Kenji Kurokawa, un maestro de karate, que le enseñara a luchar y por tanto sobrevivir en su dura estancia. Una vez sale de la cárcel, la vida no le ira mucho mejor, y siempre se verá involucrado en diversas peleas, con el fin de llegar a ser el mejor luchador, y encontrar a su hermana, que se ahora malvive como prostituta.
A pesar de su inicio prometedor, nada mas Ryo sale de la cárcel para dedicarse a dar y recibir ostias, la película se convierte en un disparate, en una sucesión de ideas sin sentido, que pretenden unirse y justificarse al final, sin mucho éxito, o mejor dicho ya sin importarnos, después de más de hora y media de una historia superficial, diálogos irrisorios, personajes sin carácter, y excesos varios.
Y eso que tenía un material muy provechoso, en la historia original en que se basa, el manga de Hashimoto, para crear un drama violento, sombrío, y duro, sobre la naturaleza humana; además de una crítica feroz, a la violencia, y la corrupción de la sociedad.
Todas estas emociones e ideas, se pueden entrever, pero no llegan a funcionar, se pueden apreciar algunos signos de ellas en el transcurso de la película, de intentarlo pero sin poder llevarlos a buen puerto, ya sea por intentar englobar los 10 tomos del manga en solo dos horas, sin la profundidad e coherencia necesaria, o los excesos (en ocasiones desconcertantes, y ridículos) elementos narrativos que se presentan.
El reparto es encabezado por Shawn Yue, que interpreta de manera muy histriónica, a un personaje poco profundizado, y falto de atractivo. Un temperamental, obsesivo, y poco convincente chaval de 16 años (más que nada, porque Yue no los aparenta ni de coña), al que se nos presenta, sin juzgarlo, de manera amoral.
Le secundan, Francis Ng, Ryo Ishibashi, Dylan Kuo, Terri Kwan, y Siu-Lung Leung, entre otros.
No todo son contras en esta película, hay diversos factores eficaces en la película, y que quizá, sean los que nos pueden, atraer e incluso hacernos entretenida la película.
Los excesos, tanto a la hora de rodar la película, como por los personajes (y actores) y la historia, la hacen “especial”; extraña, y fascinante, al mismo tiempo, por lo que, junto a la abundante y cruda acción y peleas, y el excelente apartado técnico, no podremos apartar la vista de la pantalla.
Puntuación 4/10
1 comentarios:
Buffff, la veré por Shawn únicamente, porque a mí Dog Bite Dog me desilusionó un montón. Al menos esta ya la veré con las expectativas bajas.
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