En esta segunda película del director Kim Han-min (Paradise 1986) que nos narra una historia apasiónate sobre la pérdida de un teléfono móvil y como esta insignificancia llega a tener consecuencias de lo más inesperadas, terroríficas y despreciables.
Todo empieza como un estresante y apasionante juego del gato y ratón, pasa rápidamente a thriller psicológico sobre dos personas irracionales, mostrándonos un peligroso y enfermizo enfrentamiento entre ambos, a la par de sus porqués y sus complejas personalidades, pero, esos sí, sin obviar la acción, el misterio y el suspense en todo momento.
Pero aunque la película tiene un buen desarrollo, en donde a medida que avanza la acción la historia es más trepidante, emocionante, cínica, oscura y malsana, es en su resolución donde, a mi parecer, falla a causa de querernos sorprender, innovar e impactar.
Esta película depende y mucho de la interpretación de los actores protagonistas, que realizan una muy buena labor, Eom Tae-woong (Silmido, Forever the Moment) y Park Yong-woo (The World of Silence, Once Upon a Time), el primero como un agresivo y superficial agente que parece tenerlo todo y sino conseguirlo con malas artes, y el segundo como un don nadie agradable con todo el mundo pero que esta arto de aguantar las humillaciones de los demás.
Lo que sorprende, la verdad, porque los roles de villano y héroe se intercambian, sintiendo rápidamente simpatía por el malo de la función y hostilidad hacia el protagonista.
Ambos tienen en común que interpretan a personajes muy complejos, altamente inestables a causa principalmente por su trabajo y vida personal, que cuando se cruzan, se produce un choque impredecible, violento y sórdido.
Hand Phone es un excelente thriller que en todo momento tiene un nivel alto de diversión y emoción, y todo ello acompañado de una excelente calidad técnica, que hubiera sido redondo si no fuera por su mal acabados 30 min (aproximadamente).
Puntuación: 7.5/10
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