Lo sé, las comparaciones son odiosas pero es que cuando hay pocos comics que tocan el tema de la medicina es casi imposible hacerlo, sobre todo si lo que has leído anteriormente te parece una autentica obra maestra.
Team Medical Dragon no es Say Hello to Blackjack, y eso lo podemos comprobar desde las primeras páginas, por lo que desde entonces ya puedes ir preparándote y mentalizándote para una serie totalmente diferente. Una vez ya prevenido puedes disfrutar más o menos de esta obra, sin ningún complejo (o con alguno que nunca estamos libres de manías).
La línea Pachinco presenta Team Medical Dragon, uno de los mangas de médicos de mayor éxito de los últimos tiempos.
Este nuevo Seinen presenta a Asada Ryurato, uno de los mejores cirujanos del país, en sus intervenciones diarias, mostrando así los problemas de un hospital y los tejemanejes políticos y burocráticos que hacen funcionar un hospital en Japón con una crudeza y realismo pocas veces visto.
Team Medical Dragon es creación de Akira Nagai, (fallecido en 2004), curiosamente doctor y escritor de artículos médicos y también supervisor en la materia para la película y el OVA de Black Jack, y dibujado por Taro Nogizaka, bajo la supervisión de Mie Yoshinuma para las cuestiones médicas.
Se serializa desde el año 2002 en la revista Big Comic Superior, habiendo ganado el premio Shogakukan de 2005 al mejor manga, sigue en curso, con 18 tomos en el mercado, y cuenta con dos adaptaciones a dorama.
Este manga de de Taro Nogizaka y Akira Nagai (medico en la realidad), no es un mal manga pero si un decepcionante y predecible seinen, lleno de topicazos fuera de tono.
Estamos ante un manga de médicos dramático repleto de acción, con toques de humor y con alguna pizca de ecchi, algo simplón e inocente sobre un medico prepotente (por no decir gilipollas) que busca el mejor de los mejores médicos (o aquellos que se ajusten a sus necesidades según sus dones y personalidad) para su nuevo y flamante equipo que se especializara en operaciones Batista (una de las cirugías cardiacas más complicadas con un porcentaje de supervivencia de sólo el 60%).
En cuanta acción me refiero a que este manga es muy dinámico, cada suceso (incluso conversación) está narrada de forma trepidante y con mucha fuerza, y cada operación está desarrollada como si fuera batalla en la que hay que luchar hasta la muerte (en esta ocasión hasta salvar al paciente).
Los personajes no son profundos, ni complejos, no son amorales, ni grises, sino que están divididos entre un mundo de blanco y negro, es demasiado inflexible el autor de este manga, no deja margen de error e la decisiones de los personajes, y es que es verdad que un error puede causar la muerte de un paciente, los médicos no son dioses sino personas que se equivocan, así somos los humanos, así es nuestra naturaleza.
Pero es que no solo estamos hablando de temas profesionales sino también personales. Ya no estamos hablando solo de que el protagonista tenga que tener razón en todo, es un medico excepcional, un genio de la medicina, es más que lógico que siempre hacerte en sus conclusiones, pero de ahí a que todos los que no estén de acuerdo con el o sus métodos, sean no malos médicos, sino malas personas ya es otro asunto.
Aunque hay cierta crítica social sobre el funcionamiento de los hospitales, no llega ni tiene la fuerza ni la intensidad necesaria para llegarnos a emocionar o a dar pie a reflexionar, tanto a causa de la falta de profundidad de la historia y de los personajes, y por la exageración de la dramatización y de los casos médicos, como por la precipitación del desarrollo de la acción (un ritmo rápido en este tipo de historias no siempre es lo mejor, aunque sin duda no hará que nos aburramos, sino todo lo contrario se nos haga muy ligera, rápida y agradable la lectura)
No sé nada de medicina por lo que no sé hasta que punto puede ser reales o no los casos y las soluciones que nos presentan, pero me parece exagerado y ridículo desde la primera intervención hasta la última (vamos una fantasmada seguida de otra). Creo que se dejan de lado lo fidedigno para pasar a la espectacularidad y lo “guay”.
En cuanto al apartado grafico del manga sí que se acierta, con un dibujo asombrosamente expresivo y realista de Taro Nogizaka, con un increíble diseño de personajes y detallistas fondos. Es una lástima que el poderoso dibujo de Nogizaka no se acompañe con una historia más seria, realista, profunda y reflexiva, porque si no estaríamos hablando de una obra redonda, al estilo Say Hello to Black Jack.
Puntuación 4/10
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