La premisa de esta película no es nada novedosa la hemos podido ver en múltiples ocasiones, chico rico y chica pobre se enamoran, el oculta su condición en un principio y todo es perfecto hasta que le cuenta su verdadera identidad que es cuando empiezan los problemas de aceptación por parte de ellos y los que los rodean.
Por lo tanto, no hay mucho por donde rascar, estamos ante un romance sobre las diferencias de clase que no son obstáculo ante el amor verdadero.
La película es lo que es, una predecible comedia romanticona llena de tópicos, pero que destaca por la presencia de sus dos protagonistas Andy Lau (Running Out of Time) y Shu Qi (Transporter), y por la introducción de dos historias de amor mas paralelas, la de un chofer con una mujer divorciada y con una hija, y la de una dura mujer de negocios con un humilde hombre encargado del mantenimiento de un hotel (esta historia llega a eclipsar en más de una ocasión la historia principal).
La acción se sitúa en Macao, ciudad que consigue ser un hermoso telón de fondo para estas distintas historias de amor, con sus espectaculares y ricos paisajes enriquecidos por una muy buena fotografía.
Dirigida por Andew Lau (Infernal Affairs), experto en esto de los romances aunque más conocido por sus thrillers, consigue una agradable película, donde no podía faltar un final tonto, “vergonzoso” y pastelero. Y eso, a pesar de sus fallos que hacen parecer, sobre todo hacia su media mitad, que vaya a perder el rumbo, pero gracias a sus pocas pretensiones y sus momentos acertados, hace que cumpla con su función principal de entretener y enternecer.
Puntuación 4/10
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