No Mercy se presenta como un thriller más de esos que tan bien saben hacer los surcoreanos, pero al igual que muchos directores experimentados e incluso noveles como Na Hong-jin (The Chaser); Kim Hyeong-joon-I saber proporcionar un aire fresco, nuevo e incluso retorcido a una historia mil veces vista anteriormente.
Kang, un reconocido fórense a punto de jubilarse, y una joven policía son los encargados de investigar un brutal asesinato que les lleva hasta Lee, un ecologista radical como más que posible culpable.
Lee tiene un as en la manga para salir airoso de la situación, y que le llevara a un enfrentamiento directo con Kang.
Kim Hyeong-joon-I debuta en esta película como director y guionista de manera excepcional. Como los grandes, sabe darle un buen pulso a esta historia, proporcionándole un ritmo endiablado, además de continuos giros de guión, más o menos sorprendentes, pero eso sí, muy sórdidos, amargos y “cabrones”, que por si aún no nos habíamos dado cuenta nos recuerdan que: “esto es Corea, señores”.
Como es habitual técnicamente la película es impecable (igual que actoralmente), con una fotografía y ambientación exquisita que junto al buen manejo de la cámara por parte de Hyeong-joon-I, la hacen muy atractiva visualmente.
Dos grandes actores se enfrentan por primera vez en la gran pantalla en este thriller intenso. Seol Kyeong-gu (Public Enemy) y Ryoo Seung Beom (Arahan) entablan en esta película una batalla malsana de ingenios.
Kyeong-gu destaca en su ya habitual papel de carismático perseguidor atormentado y sufridor. Su oponente esta a la altura, Seung-Beom, que a pesar de ciertos momentos algo sobreactuados, nos presenta un reservado asesino de lo mas sádico y manipulador que conduce hasta el borde al personaje de Kyeong-gu.
La fémina de la película, es la televisiva Han Hye-jin (Terroir), como una mujer policía novata que se ve envuelta en este cruento “ juego”.
No es de extrañar que esta película, que tuvo el honor de ser la primera en estrenarse en cines surcoreanos este año, haya sido todo un éxito en cuanto a la taquilla y la crítica, lo tiene todo para triunfar y lo aprovecha hasta el último detalle.
Estamos ante una excelente película, un thriller de esos que tanto gusta en Corea, que compagina de maravilla el suspense, la acción y el drama, y cuenta con un reparto de calidad y reconocido, y unos cuantos giros en el guion de esos que mejor que veas que te cuenten.
Lo que si sorprende es que a pesar de tratarse de una película comercial, sea tan explícita y aun así el publico haya respondido tan bien, ya no en lo referente a la violencia que se presenta, sino a la hora de realizar la autopsia, y si bien, en parte tiene un sentido, un propósito mayor posterior, es asombroso incluso, aunque estemos hablando de una película surcoreana.
En definitiva, estamos ante un extraordinario thriller dramático lleno de emoción y tensión, que nos proporciona algo más de dos horas de suspense y entretenimiento de calidad, y del que cabe tener en cuenta, en todo momento el significado de su título, porque como bien indica, no hay misericordia, ni perdón, en ningún momento, por nada ni para nadie.
Puntuación 7.5/10
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