Santuario nos transporta a la ciudad de Tokio donde dos amigos deciden cambiar el japón actual, aunque cada uno escoja una senda bien distinta. Mientras uno lo intentará cambiar por la vía legal, la política, el otro se sumergirá en los bajos fondos, entrando a formar parte de los Yakuza, y desde allí apoyará a su compañero en lo que haga falta.
Ante nosotros tenemos una intrigante y excelente historia sobre la amistad y la corrupción política. Una historia cruda, realista, perfectamente desarrollada, sobre dos amigos de la infancia, (Akira Hojo, lider de un grupo de Yakuza y a Chiaki Asami, un joven diputado) que han pasado sus calamidades, y se unen para cambiar el corrupto y "anticuado" sistema político de Japon.
Ryoichi Ikegami (Mai, Crying Freeman......), es el peculiar dibujante de esta obra, es de los pocos que simplemente dibuja, trabaja siempre con los guiones de otro autor. Tiene un estilo muy realista, con influencias como el mismo admite del comic occidental.
Sho Fumimura (El Puño de la Estrella del Norte, .....), es el guionista, consigue una historia llena de fuerza, con personajes carismáticos, de los que se entiende a la perfección sus motivaciones, y con la violencia y erotismo justa para no ser gratuita sino parte de la historia.
Esta excelente pareja volvió a coincide posteriormente en Strain (publicado en nuestro país por Planeta).
Gracias a Otakuland (a pesar de que la calidad de edición y la periocidad no haya sido muy buena) hemos recuperado esta majestuosa obra que nos dejo a medias hace años Planeta en la época en el que el manga aun se había asentado.
Puntuacion 7/10
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