¿La película mas taquillera después de The Host en Corea y no era una secuela o un drama lacrimógeno? Esto había que verlo.
Cuando la ves sabes el porque de su éxito en su país, no solo es una excelente, interesante y novedosa historia (para el cine coreano que no suele tratar muy a menudo los delitos “seductores” como los ladrones de guante blanco y en esta ocasión los jugadores y estafadores) sino que esta muy bien realizada, esta protagonizada por actores sobradamente conocidos en Corea y de gran talento, y para mas atractivo esta basada en un manhwa de gran fama.
La película nos cuenta la historia de un joven que es engañado a jugar una partida de hwatu (por lo que parece es el poker coreano, con cartas mas pequeña, pero que parece seguir el mismo esquema que el poker) en la que pierde todos sus ahorros, desesperado, intenta recuperar su dinero jugando esta vez con el dinero que roba a sus padres. Como no lo pierde de nuevo, pero esta vez se da cuenta que era una partida amañada, que habían hecho trampas, así que en vez de optar por la solución mas fácil que seria suicidarse o ir a la policía, decide, perseguir a estos estafadores para recuperar su dinero. En su camino se cruza uno de los mejores jugadores de Corea, este le enseñara a jugar y así recuperar todo su dinero, pero la vida de un jugador es muy hechicera, por lo que acabara convirtiéndose el también en un jugador y estafador de primera.
Choi Dong-hun es el director de esta película que no es casualidad que anteriormente había realizada la otra única película que conozco de Corea sobre estafadores, “The Big Swindle”, pero a diferencia de The High Rollers, esa película simplemente era un divertimento, bastante aburrido a mi parecer, y sin un mínimo interés. Esta vez construye una película que destaca en todo los sentidos, por su compleja historia, los personajes oscuros soberbiamente interpretados, la fotografía, la banda sonora Jazz,.......
No nos voy a engañar a nadie, la historia tiene todos los elementos tópicos de genero noir, femme fatale, violencia, personaje principal torturado, traiciones, giros inesperados pero para nada forzados, ...... que puede que la haga típica, pero es un genero que disfruto mucho, y sin esos elementos ya no estaríamos ante una película de genero negro, además si esta perfectamente realizada como en esta ocasión disfruto el doble.
El trabajo de Choi Dong-hun en muy importante a la hora de contar esta historia “ya conocida”, y en esta ocasión la visión particular del director la hace memorable, que nos cuenta la película con continuos flash backs, pero que destaca sobretodo su trabajo al aumentar la tensión con las pantallas dividías en dos y sus movimiento de cámara en las escenas sobretodo de las partidas de hwatu.
Pero el trabajo del director no estaría completo sino fuera por el impresionante reparto, Cho Seung-woo (Marathon) aportando el encanto y el carisma necesario para interpretar de manera convincente nuestro socarrón protagonista y para llevar el peso de la película.
Le secundan Baek Yun-shik (Salvar el planeta Tierra) que muestra una vez mas su talento, y Kim Hye-Su (The Red Shoes) mostrando sensualidad y capacidad para pasar a la historia como una de las mejores “Femme Fatale” de la historia del cine.
Puntuación 8/10
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