Vinyan es la historia sobrecogedora, y angustiosa, sobre la búsqueda desesperada de un matrimonio de su hijo que desapareció durante el Tsunami que arraso Tailandia, entre otros países asiáticos, en el 2004.
Dirigida por Fabrice Du Weisz, y protagonizada magistralmente por Emmanuelle Béart (a la que no seria raro, verle, entre las ganadoras de mejor actriz del festival) y Rufus Sewell; seguimos a esta pareja en su agonizante descenso al infierno, por la selva de Birmania.
El desgaste físico y psicológico, que sufrirán recorriendo la selva birmana en busca de su hijo, sufriendo y viendo, no solo como son engañados por unos y otros, sino la pobreza de los indígenas; les llevara, poco a poco, a la locura, y el deterioro de su relación.
Fabrice Du Weisz consigue una atmósfera increíblemente, malsana, oscura, desconcertante, y agobiante (reforzada por los diversos golpes de efecto, por medio de la utilización de sonidos ensordecedores), pero no sabe darle una resolución satisfatoria, y nos presenta diversas situaciones un poco confusas; pero durante el visionado de la película, lo dejas pasar, rápidamente, y te dejas llevar, por el ritmo abrumador, que me mantuvo en vilo y en tensión, desde le principio.
Puntuación: 7/10
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