Frank lleva una vida solitaria como propietario de una tienda de maniquíes. A primera vista, parece incapaz de matar una mosca. Sin embargo, hay algo profundamente turbador en su mirada; un secreto oscuro y perverso que resurgirá tras su encuentro con Anna, una joven artista acude a él en busca de ayuda para una exposición.
Quien iba a pensar que la nueva versión de "Maniac", la película de terror de los ochenta convertida en cultmovie iba a convertirse en una de mis películas favoritas del año, y de Sitges 2012.
Y es que estamos ante no solo un retrato escalofriante y hasta cierto punto realista del perturbado asesino en serie protagonista, sino por su impactante apartado técnico haciéndonos recordar a dos películas; la reciente "Drive" por su banda sonora electrónica retro y la clásica "Taxi Driver" por su ambientación y determinadas escenas que parecen sacadas de la misma película.
Por si fuera poco, el director Franck Khalfoun (con guion y producción de Alexandre Aja), que pasa al listado de "directores a seguir", nos prepara este viaje a la enfermiza mente de un asesino con una cámara subjetiva, nos hace ver la realidad -o mejor dicho, la realidad del protagonista- desde sus propios ojos.
Elijah Wood, que una vez más demuestra su buen gusto a la hora de escoger papeles, lleva magníficamente el peso de la película y esta impresionante en posiblemente su mejor papel de su carrera, complejo, difícil y atrevido, es capaz de mostrar la crueldad y fragilidad (enfermedad) del personaje sin despeinarse.
"Maniac" debajo de toda esa sangre, violencia y perturbación mental se nos ofrece un film de calidad incuestionable.
Puntuación 8/10
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