Grace.

Siempre hay más de un listo que quiere mostrarnos una cinta de terror en plan minimalista, en plan cine de autor, pero mientras algunos tiene el arte para hacerlo véase May de Lucky McKee, Paul Solet no.

Madeline está embarazada de su bebé, al que llamará Grace, y ya sólo queda un mes para que nazca. Un desgraciado accidente provoca la muerte del bebé pero la madre se niega a que saquen al hijo y decide llegar al final del embarazo.
Cuando nace, el bebé está vivo de forma milagrosa. Sin embargo, esa criatura recién nacida no es del todo normal... Hay algo maligno en ella.


Paul Solet se basa en su propio cortometraje (que debió quedarse como tal) para traernos esta película presente en la 42º edición del festival de Sitges, en la sección Oficial Fantàstic, a la que le veo como única respuesta su presencia en el festival (y sobretodo a competición) el intentar repetir el éxito de dos excelente películas francesas totalmente diferente entre ellas y con esta, pero con una temática similar, À l'Intérieur y Vinyan.

Profundizando más en el drama que en el terror, Grace, se presenta con aire grandilocuente aportando numerosos elementos de cine de arte y ensayo (incluyendo imágenes aparentemente metafóricas y poderosas), y huyendo (¿avergonzada?) de lo que mejor se le da, los elementos de terror.

Solet logra traernos una atmosfera enfermiza, malsana y perversa, presentándonos alguna que otra escena “incomoda” de eso no hay que quitarle el merito a la película, pero aunque la película podría dar mucho de sí, quiere jugar a artistilla explotando por el camino erróneo elementos más dramáticos y realistas, convirtiéndose la película en un quiero y no puedo, en un producto muy pretencioso, totalmente fallido e incoherente, falsamente provocador y atrevido, con diálogos y personajes aburridos y sin sentido.


Puntuación 3/10



PD: Si el año pasado se atrevieron a premiar Surveillance de Jennifer Lynch, a este nuevo engaño, no dudo que le caiga un premio.